Los orígenes de esta disciplina marcial se remonta hacia el año 3000 a.c. en China y la India.
De acuerdo a la leyenda, el kárate se origina con las prácticas físicas desarrolladas por el maestro Bodhidharma para los monjes del templo Shaolín, en China. Sin embargo, poca certeza hay respecto a estas afirmaciones y a la existencia del mismo Bodhidharma.
El Karate se desarrolla en Okinawa, en el siglo VI de nuestra era al incorporarse la filosofía del budismo Zen a las técnicas de lucha llegadas desde China.
En Okinawa se practicaban estas técnicas junto con técnicas locales. En el siglo XV, el rey Shoshin centraliza el poder en Shuri (OKINAWA) y temiendo levantamientos prohíbe el uso de armas a la gente del pueblo. Con el tiempo en 1609, los japoneses invaden Okinawa, por lo que la población desarmada, tuvo que enfrentarse a oponentes armados, sin tener mas que sus manos desnudas. Por este motivo desarrollaron sistemas de lucha sin armas, que acabaron convirtiéndose en técnicas de autodefensa denominadas TE que significa MANO y al que los japoneses llamarían OKINAWA TE (mano de Okinawa).El objeto del Karate y su práctica se nutre de este espíritu filosófico para encontrar el dominio de su técnica que es netamente de auto defensa. También se caracteriza por procedimientos y normas de respeto y etiqueta, debido a su origen en el espíritu del Bushido japonés. Este espíritu filosófico es el ESPIRITU DEL KARATE. Existe un lema del Kempo Karate que ilustra la ideología de este arte marcial, y dice:
"Vengo hacia ti con las manos vacías, no tengo armas, pero, si soy obligado a defenderme, a defender mis principios y mi honor, si es cuestión de vida o muerte, de derecho o de injusticia, entonces aquí están mis armas: las manos vacías."
Existe una historia que refleja el sentido del karate. Es una parábola acerca del Do (camino) y un hombre insignificante.
Un karateka preguntaba a su Sensei: ¿Cuál es la diferencia entre un hombre del Do y un hombre insignificante?El Sensei respondió:
"Cuando el hombre insignificante recibe el primer Dan, corre rápidamente a su casa gritando a todos el hecho. Después de recibir su segundo Dan, escala el techo de su casa, y lo grita a todos. Al obtener el tercer Dan, recorrerá la ciudad contándoselo a cuantas personas encuentre."
Sensei continuó: "Un hombre del Do que recibe su primer Dan, inclinará su cabeza en señal de gratitud; después de recibir su segundo Dan, inclinará su cabeza y sus hombros; y al llegar al tercer Dan, se inclinará hasta la cintura, y en la calle, caminará junto a la pared, para pasar desapercibido. Cuanto más grande sea la experiencia, habilidad y potencia, mayor será también su prudencia y humildad".
Existe un dicho utilizado en Karate que dice:
"No existe puerta en el camino de la vida que rehúse abrirse ante aquellos que quieren pasar. Si quieres ir a cualquier parte, no importa qué camino elijas, hay miles y todos son buenos. Si, con suerte, alcanzas tu meta, el camino desaparecerá y tú te convertirás en el camino".
"No hay un camino para vuestra vida. Vosotros mismos sois el camino". Estos son dos dichos que se oyen repetir a menudo a los budistas Zen. Ilustran bien la complejidad del concepto de "Do" - el camino -. Sin embargo, también es evidente que el camino es lo bastante accesible como para que se le pueda encontrar en nuestra vida diaria.
Karate-Do es un camino de superación personal y como tal hay que despojarse (al menos dentro del Dojo) de los malos pensamientos y las malas actitudes, pensando siempre en un práctica limpia y sana.
La práctica del Karate no se refiere tan sólo al desarrollo técnico de los movimientos, el ejercicio físico, el estudio de los katas y la pelea. También debe ir de la mano del desarrollo teórico la parte humana y la parte espiritual, el crecimiento como personas y ciudadanos ejemplares que unidos por el bien común benefician a la sociedad.Para lograr esto, el Karate posee principios y objetivos comunes para el crecimiento de sus alumnos: respeto, justicia, armonía y esfuerzo son los primordiales.
La ética del Karate-Do posee principios fundamentales que conforman al código del Bushido, y estos son:
La Rectitud: ser capaz de tomar una decisión sin vacilar. Ser justo y objetivo en toda circunstancia.
El Coraje: afrontar el reto de tomar decisiones.
La Bondad: ser magnánimo, paciente y tolerante.
La Cortesía: el respeto y las buenas maneras del comportamiento.
El Desprendimiento: actuar desinteresadamente, sin egoísmos y generosamente.
La Sinceridad: decir siempre la verdad, defender ésta y ser fiel a la palabra dada.
El Honor: aprecio y defensa de la dignidad propia.
La Modestia: no ser soberbio ni vanidoso.
La Lealtad: no traicionar a nadie, ni a uno mismo, ser fiel a las propias convicciones.
El Autodominio: tener control sobre los actos, emociones y palabras.
La Amistad: entregarse en un todo, saber compartir y ayudar.
La Integridad: tratar a todos por igual, defender la verdad y ser fiel a los compromisos.
Generosidad: dar sin pedir nada a cambio.
Imparcialidad: emitir juicios de acuerdo a la verdad.
Paciencia: es tolerar lo intolerable.
Serenidad: control de los impulsos ante conflictos y dificultades.
Autoconfianza: creer en uno mismo.
Es evidente que ataque y defensa no pueden existir separadamente. Muchas veces cuando se observan los entrenamientos vemos que existen los ataques. El motivo de esto se debe a que hay que entender como se desarrolla el ataque para poder anularlo defensivamente y contrarrestarlo.
El karate tiene una naturaleza pacifista basada en el derecho de saber defenderse y nunca expresar belicosidad, sino humildad y sencillez.